Sé que me van a dar por todos lados pero, por favor querido lector, déjeme que me explique:

Conozco GNU-Linux desde aproximadamente 1999, aunque no lo empecé a usar seriamente hasta 2002 más o menos. Desde entonces siempre he tenido un equipo con GNU-Linux bien con arranque dual con Windows o, actualmente, en equipos con Linux únicamente.

Desde que conocí de su existencia me gusta usarlo y pelearme con él. Me gusta mucho su historia y comparto el ideal Free Software casi al completo. Siempre me gustó la programación y en concreto el mundo de los sistemas operativos. Me parece fascinante la forma en que se desarrollan éstos y la capacidad que tienen de unir y comunicar la parte del hardware con la persona que está al otro lado del teclado y ratón, y que su uso sea fácil e intuitivo. Conocer las tripas de los sistemas operativos siempre me ha interesado y la libertad que te da GNU-Linux de poder modificar y compilar todo el software en general y el kernel en particular hace que babee como un niño delante de su golosina preferida.

La seguridad que te da tener a tu alcance del código fuente de tu software es otro punto a su favor. Cuando usas Windows o Mac, siempre te queda la duda de qué es lo que hace “por detrás” sin que te enteres. Ahora mismo mientras lees este blog, tu sistema puede estar recopilando tus datos sin que te enteres o, peor aún, compartiéndolos con terceros. Vale, Microsoft dice que eso no lo hace, y Apple asegura que apuestan por la seguridad y la transparencia… 😒 Eso con GNU-Linux es prácticamente imposible. Al tener el código fuente disponible y al existir una basta comunidad de usuarios que desarrollan, compilan, testean y revisan; es prácticamente imposible que algo así pueda pasar.

Tampoco puedo olvidar la capacidad de modificación y adaptación de tu sistema al disponer del código fuente. Si algo no te gusta o directamente no funciona como debería… cámbialo tú mismo. Vale, acepto que para hacer eso es necesario tener un nivel medio-alto en programación en C y C++, además de Python; pero es factible.

Vale, todo esto está muy bien, pero entonces ¿por qué mi equipo principal es prácticamente lo opuesto a esto: un Mac?

Yo trabajo como desarrollador de software, últimamente sitios webs y apps móviles, como freelance. Y básicamente necesito que mi sistema nunca falle. Con esto no quiero decir que Linux falle más que una escopeta de feria. Nada más lejos de la realidad. Pero a todos nos ha pasado que, después de una actualización, la cámara ha dejado de funcionar porque hay que recompilar un módulo. O tienes que dedicar cierto tiempo en configurar o compilar algún periférico que oficialmente no soporta Linux.

Todo esto no es un problema en sí, son sucesos que se solucionan generalmente rápido; y si no sabes hacerlo existen millones de sitios en internet con información -como digo la comunidad es muy extensa y siempre dispuesta a ayudar-. Pero yo no puedo en horario laboral perder tiempo en esas cosas. Por eso, como norma general, las actualizaciones de mis equipos las hago los sábados. Así si surge algo tengo tiempo hasta el lunes para solucionarlo.

Otro handicap que encuentro es la integración con ordenadores portátiles. Yo trabajo desde un portátil el 90% del tiempo. Necesito movilidad y no puedo atarme a un equipo enchufado a la red eléctrica todo el día. GNU-Linux es super personalizable, configurable y su nivel de compatibilidad con el hardware existente es muy bueno; pero, por ejemplo, todavía no he encontrado un portátil donde su trackpad funcione correctamente en Linux.

He trabajado con muchos portátiles a lo largo de los años y, reconozcámoslo, los MacBook de Apple están en otro nivel. Es la mejor forma de tener un sistema tipo Unix con la mejor batería, mejor integración software y hardware, mejor pantalla, mejor teclado y trackpad y, por supuesto, soporte técnico. Y ya los últimos modelos con procesador ARM, para mí personalmente, no tienen competencia. Posiblemente sea el único portátil con el que puedas trabajar toda la semana sin tener que enchufarlo a la pared y ofreciendo un rendimiento insuperable. Además los puedes dejar en tu regazo sin que te produzca quemaduras de segundo grado.

Lo sé, todos no nos podemos permitir el precio de estos dispositivos, pero para autónomos y empresas creo que la inversión merece la pena y se recupera con creces.

Y si, es un sacrilegio, pero en mi Mac tengo OpenSuse cargado en Parallels.